SOBRE LA FEMINIDAD de Ramón Bau

1.GENERALIDADES:

1.1.  El hombre y la mujer son personas, encuanto respeten su propia identidad natural, racial, psicológica y espiritual. Por lo tanto, la mujer blanca debe sentirse absolutamente satisfecha tanto de su raza como de su ser femenino, buscando su realización y elevación como persona, en el desenvolvimiento de su feminidad en particular, y en el conjunto de la raza en general.

1.2. Se entiende por feminidad, el acuerdo del comportamiento de la mujer con su propia idiosincracia natural, con los sentimientos e inclinaciones naturales, sin querer cambiarlos o modificarlos por influencia del comportamiento masculino.

1.3. No se puede ser femenina, ni sensata como mujer, mas como persona. Todo aquello que atente a la posibilidad de desenvolvimiento personal de la mujer blanca es contrario a la feminidad.

 Así mismo, todo pretendido "derecho", o acto que atente a la feminidad es contrario a la persona humana.

1.4. La expresión espiritual y caracteriológica previa de la mujer blanca viene dada por su raza, de forma que los valores de la raza ariana estan incrustados tanto en el ser interno y psicológico del hombre como en la mujer, de modo que su concepción básica del mundo y sus valores fundamentales son identicos. Por esto, la concepción de feminidad y el respeto que que para ella exigimos, son presupuestos propios de nuestra raza, que deben ser apoyados por un Estado Racialista.

1.5. Las diferencias hombre/mujer no son mero producto de las condiciones sociológicas o educativas (como no lo son ninguna diferencia natural entre los hombres), pero, en buena parte, resultan de una constitución génetica diferente, que produce una psicología variable.

1.6. Las diferencia entre hombre y mujer no se reducen apenas a la difrencia de los órganos sexuales. Se basan fundamentalmente en diferencias psíquicas. Estas diferencias no son estructuralmente de carácter general (como en el caso de las razas humanas), más restringuidas a un ámbito relacionado a la estructura sexual y sus repercuciones psíquicas y físicas dentro de la misma raza.

Es absurdo creer que las grandes diferencias hormonales y constitucionales entre el hombre y mujer no tengan repercusión en todo conjunto psíquico general, cuando apenas una hormona como la testosterona, provoca modificaciones radicales.